La creciente utilización de Internet en el mundo actual conlleva una mayor dependencia de la red y un aumento de los riesgos.
Internet ofrece muchas oportunidades a los delincuentes: fraudes, robos de identidad, robos de dinero y mucho más. Estos delitos se han vuelto bastante comunes en los últimos años, especialmente durante la pandemia y la guerra, cuando la mayoría de la gente se ha visto necesitada de trasladar parte de su vida a Internet.
Obviamente, esto puede resultar ser peligroso, por lo que es importante tomar algunas medidas para protegerse.
Internet es especialmente peligroso para los niños
Los niños son cada vez más activos en Internet, lo que les abre un sinfín de oportunidades, aunque al mismo tiempo se enfrentan a diversos peligros. En los últimos años, los estafadores y delincuentes en línea han intentado focalizar la búsqueda de sus víctimas potenciales en los menores de edad.
Una de las amenazas más extendidas en Internet para los más pequeños es el "cyberbullying" o "ciberacoso". Se trata de una forma de violencia digital que consiste en ataques personales e insultos en línea. Los menores pueden ser víctimas del ciberacoso, independientemente de su edad y condición social.
Otra amenaza muy a tener en cuenta es el "cyber-baiting", en el que los delincuentes utilizan Internet para atraer a los niños a citas o incluso a actividades delictivas. Suele hacerse a través de redes sociales o salas de chat, donde los agresores se hacen pasar por compañeros. Los delincuentes pueden emplear a los niños para cometer diversos delitos, como tráfico de drogas, explotación sexual y blanqueo de dinero.
El phishing es un tipo de estafa en la que los criminales intentan obtener información personal, como nombres, contraseñas o números de tarjetas de crédito. Una de las maneras en que se practica es a través del envío de correos electrónicos que parecen proceder de empresas o personas conocidas y piden que les envíe sus datos.
Esto podría dar lugar a un robo de identidad o incluso a pérdidas económicas. Algunos delincuentes crean perfiles falsos para atraer a los menores a conversaciones en línea. Pueden utilizar fotos y nombres atractivos para ganar credibilidad. También utilizan el correo electrónico para atraer a los niños a planes fraudulentos, proporcionarles información falsa o pedirles ayuda, dinero, etc.
Los juegos en línea pueden ser fuente de muchos peligros para los niños. Muchos criminales emplean los juegos para encontrar nuevas víctimas o dar información peligrosa a los niños. Algunos juegos pueden contener violencia, lenguaje grosero o contenido sexual inapropiado para los más pequeños. Además, la mayoría de ellos incorporan funciones de mensajería o chat en las que los niños pueden entrar en contacto con personas peligrosas.
El acoso sexual (online) se produce cuando un adulto intenta mantener una relación íntima con un niño a través de Internet. Esto puede ser extremadamente peligroso, ya los más pequeños pueden verse expuestos a mensajes, fotos o vídeos de contenido sexual. Esto puede llevar incluso a los niños a ser víctimas de explotación sexual.
¿Cómo podemos luchar contra esto?
A pesar de todas las amenazas mencionadas, Internet es una herramienta increíblemente útil para el desarrollo de nuestros pequeños. Por lo tanto, es imposible dejar de emplearla. Solo nos queda una cosa: proteger a los niños de las influencias negativas. Como padres, debemos ser conscientes de las posibles amenazas y hacer todo lo posible para mantenerlos seguro incluso en el ciberespacio.
Aquí van algunos consejos:
Habla con tus niños sobre la seguridad en Internet. Es importante explicar a los niños los peligros potenciales de Internet y cómo evitarlos. Los niños deben saber qué hacer si se encuentran con situaciones desagradables en Internet.
Establece restricciones en su dispositivo. Existen muchos programas que pueden ayudar a restringir el acceso a determinados sitios o establecer restricciones en el uso de Internet. Esto puede ser útil para proteger a nuestros hijos de acceder a ciertos contenidos o de pasar demasiado tiempo en línea. La mayoría de los sistemas operativos modernos incorporan controles de acceso que permiten limitar el tiempo que los niños pasan conectados y filtrar los contenidos a los que pueden acceder.
Supervisa la actividad de los niños en Internet. Mantente al tanto de lo que hacen tus hijos en Internet. Compruebe su historial de navegación, sus perfiles y mensajes en las redes sociales. Esto te ayudará a saber qué sitios visitan y con quién se comunican.
Enseña a tus hijos a reconocer los contenidos peligrosos. Los niños necesitan saber qué fuentes de información son fiables y seguras y cuáles pueden esconder peligros. Enséñalos a buscar información, a verificar las fuentes y a ponerse en contacto contigo o alguien de confianza si tienen alguna duda.
Protege la información personal de tus hijos. Enséñalos a saber qué información pueden y no pueden compartir en Internet. Por ejemplo, los peques deben saber que nunca deben compartir con extraños su información personal, como nombre completo, dirección o número de teléfono, contraseñas y datos de acceso.
Establece una contraseña segura. No permitas que tus hijos utilicen contraseñas fáciles de adivinar. Las buenas contraseñas deben ser complejas y únicas. Si es necesario, puedes emplear programas específicos de gestión de contraseñas.
Sé un modelo a seguir. Lo más importante es que los padres sean un modelo de comportamiento seguro en Internet.
Estas son las principales amenazas y los métodos para combatirlas sobre los que queremos llamar tu atención. Ten en cuenta que las tecnologías de la información evolucionan a una velocidad increíble. Por lo tanto, nuestras recomendaciones pueden no ser suficientes. Sigue constantemente las noticias relacionadas con el acceso seguro y uso de Internet y aplica nuevos métodos de control para protegerte y proteger a tus hijos de influencias y experiencias negativas.